Los terrarios de cristal son recipientes donde podemos tener plantas, piedras u otros adornos y/o animales, preferentemente anfibios o reptiles e incluso arácnidos.
El objetivo es reproducir el hábitat de los seres vivos que queremos que contenga, para que estos puedan vivir lo mejor posible.
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Existen terrarios de vidrio en muchos tamaños y formas. Todo depende del presupuesto y del espacio que se le quiera dedicar. Por otra parte, podemos construirlos nosotros mismos o, también, aprovechar recipientes que ya poseemos.
Ventajas de los terrarios de cristal
Una ventaja evidente es la gran visibilidad. Ningún otro material nos ofrecerá tanta. Además, facilitan el control de las condiciones ambientales, como la temperatura, la humedad o la luz, que obviamente hay que tener en cuenta.
Por otra parte, el cristal no resulta tan caro como puede parecer: es más barato que otros materiales que se usan en los terrarios. Por último, son relativamente sencillos de limpiar, aunque esto también dependerá de su forma y tamaño.
Aspectos a tener en cuenta en un terrario de cristal
En función de dónde lo queramos instalar y de lo que queramos tener dentro, hay que decidir forma y tamaño. Por lo que se refiere al cristal, un parámetro relevante es el grosor, que en terrarios grandes no puede bajar de 5mm en las paredes y aproximadamente el doble en el vidrio del suelo.
Accesorios para un terrario de cristal
Por una parte hay que poner elementos estéticos que embellezcan el ambiente: piedras, la grava, los troncos de diferentes formas… Y muchos de estos accesorios no hace falta comprarlos.
Por otra parte, se necesitan accesorios para garantizar unas condiciones correctas. El sistema de ventilación es un elemento importante, pero también se pueden requerir lámparas ultravioleta en algunos casos, para la luz y la temperatura.
Construye el terrario tú mismo
Si tienes habilidad, puedes ahorrar construyendo tu propio terrario de cristal. Sólo necesitarás añadir, después, los seres vivos que quieras: plantas de terrario, camaleones, serpientes, iguanas, arañas, … a tu gusto.
Los elementos básicos para construir tu terrario son:
- El recipiente de cristal: puede ser de una pieza o bien lo puedes montar con placas de cristal unidas con silicona y con algún refuerzo metálico.
- Piedras y otros elementos para decorar (troncos, etc.)
- Tierra: conviene que esté ya abonada
- Carbón
- Gravilla
- Musgo
Una vez tengas a punto el recipiente, has de poner en el fondo la gravilla, o bien las piedras, o los dos elementos. Estaría bien cubrir esto con una capa de musgo, que separa la tierra de la capa base. De tierra se pondrá un grosor que dependerá de la dimensión del terrario, aunque unos 5 o 6 cm son correctos. Ahí ya se pueden plantar algunas plantas, teniendo en cuenta sus características, y poner algún elemento decorativo más. Finalmente se riega, hasta que la capa inferior esté húmeda, y así ya tenemos completada la primera fase.
A partir de aquí ya se tendrá que acondicionar el terrario en función de si queremos alojar algún animal o no, cuidando las condiciones ambientales. Por tanto es posible que tengamos que comprar algún aparato para la ventilación o para regular la temperatura o la luz.